PERON Y LA CULTURA

Parte del discurso pronunciado por el General Juan Domingo Perón el 14 de noviembre de 1947 en ocasión de haber recibido el título de doctor “Honoris Causa” otorgado por las Universidades Argentinas en reconocimiento a su obra a favor de la cultura Nacional.
“Me es particularmente difícil en esta ocasión encontrar la palabra adecuada que traduzca con fidelidad los sentimientos que me embargan desde que me fue discernida la distinción de las universidades argentinas”.
“Creo firmemente que la cultura es determinante de la felicidad de los pueblos, porque por cultura debe entenderse no solo preparación moral y arma de combate para sostener la posición de cada hombre en la lucha cotidiana sino instrumento indispensable para que la vida política se desarrolle con tolerancia, honestidad y comprensión.”
“Pero cuando una Nación recupera su ser Nacional; cuando un país se reencuentra después de haberse diluido en tanteos triviales e influencias extrañas a su tradicional modo de ser, la cultura se convierte en fuerza de inimaginables proyecciones.”
“En el Plan de Gobierno se indicó esquemáticamente que la cultura se forma por tradición y por enseñanza, y se conserva en bibliotecas, museos y archivos, perfeccionándose por la conjunción de sus factores integrantes, a saber: el hombre en su afán de superación; la sociedad en su progreso evolutivo nacional y el Estado como expresión de sus componentes y en cumplimiento de su irrenunciable misión educadora.”
“A la cultura directamente heredada, a nuestro acervo tradicional, he de referirme esta noche. Pero conviene que dedique un breve espacio al origen de nuestro saber la cultura greco-romana, de la que debemos ser y somos continuadores, y que fue en su tiempo inicial síntesis de las que florecieron anteriormente, como la caldea, la persa y la egipcia, culturas que se desvanecieron en el tiempo posterior a Alejandro para ser absorbidas definitivamente por las formas helenísticas.”
“Quiero referirme especialmente a la cultura griega como base de las conclusiones a que debo llegar, porque ella constituye en sí, y fue formada, por un proceso tan característico, tan consecuente consigo mismo, tan recio y definido y tan unido, dentro de su variedad, que no ha habido otra forma de civilización que pueda comparársele.”
“La historia de la cultura griega es la exposición del prodigio que nos lleva súbitamente desde el brutal sistema de la tiranía oriental a las más elevadas y no superadas cumbres de la sabiduría humana. Al florecer de la cultura griega se ha llamado con razón asombroso momento en que se produce el fenómeno creador más fecundo de la vida de la humanidad, porque facilitó la comprensión del cristianismo y dio lugar al nacimiento de la civilización occidental, que todavía sigue nutriendo con su savia las modernas disciplinas culturales.”
“El prodigio de la cultura griega consiste en que no solo apareció y floreció cuando los helenos existían, formaban pueblos, organizaciones políticas, sistemas artísticos, órdenes arquitectónicos y escuelas filosóficas, sino que después de sometidos esos pueblos y hasta desagregados y desaparecidos como Estados, continuó el espíritu heleno fecundando los siglos hasta el presente.” “Todo lo griego pertenece a un mismo progreso cultural. Nada que hubiera creado el hombre anterior deja de ser conocido, captado, transformado, en una palabra helenizado, dentro de su característica variedad y unidad al mismo tiempo, aprovechándose maravillosamente del legado de las civilizaciones anteriores o simultáneas. Las formas de organización de la sociedad, las matemáticas, la medicina, la arquitectura, la escultura, la poesía y el derecho existían ya creadas y en sus distintas formas las aprovecharon los griegos pero transformando radicalmente sus conceptos, por su pasión por los principios de medida y perfección.”
“Y ello pudo ocurrir en virtud de un ajuste que coloca al pueblo griego en rango de progenitor de la humanidad, por su genio creador en el campo filosófico al plantear los problemas de la mente, despreciando mitos y prejuicios y adelantándose a través de los siglos con Platón y Aristóteles.”
“Los valiosos elementos que integran la cultura griega fueron después captados por el pueblo romano. Roma añadió un sentido que debía ser el que facilitara materialmente la comprensión y adopción de los principios filosóficos griegos y la propagación y extensión del cristianismo; y con él, la desaparición de los mitos panteístas. Me refiero al sentido del Imperio y al concepto del derecho que justamente con la extensión en el mundo civilizado de la lengua del Lacio, fue la base determinante de nuestra civilización. No es preciso analizar para ello la historia de la monarquía de la república y del imperio romano como instituciones políticas. Roma fue siempre imperial, porque, por designio divino, para la evolución del mundo debió ser así. El verdadero poderío de Roma se desarrollo en su organización administrativa y en su prodigioso genio militar formado para defensa del imperio; en la definición y evolución de su Derecho y en el cultivo de su lengua, que era propagada a los pueblos conquistados que, al captar civilización tan superior contribuían a universalizar y refundir la cultura greco-romana en el mundo conocido cuya capital era Roma.”
“Roma no poseyó figuras científicas, pero asimilándose las enseñanzas griegas prosperó asombrosamente en la arquitectura, astronomía, matemáticas, ciencias físicas y literaturas. Permitió además, que su codiciada colonia, la Península Ibérica, se compenetrara tan hondamente en la Ciudad-Madre, que no solo le proporcionara grandes escritores y filósofos, sino que también le diera emperadores. Los godos, los dominadores que siguieron a los romanos, una vez convertidos al cristianismo asimilaron la cultura romana que hallaron en España, y por el uso del latín, dieron lugar al nacimiento de las lenguas romances y, con ellas, al idioma que hablamos en tierras de Hispanidad. Y cuando Alfonso el Sabio quiso codificar el derecho ibérico dio forma al Derecho Romano, base de los primeros cuerpos legales que fueron estudiados y aplicados en nuestra América.”
“No hay que olvidar que el Imperio Romano en sus últimos tiempos era cristiano.”
“En ese estado del mundo surge otro acontecimiento trascendental con sabor de epopeya y figuras de leyenda. Unos hombres que pueden compararse a los héroes de la mitología llegan a las “Islas y tierra firma de las Indias”. Letrados unos, analfabetos los más, clérigos otros, pero todos impregnados de esa cultura milenaria cuya formación tan esquemáticamente vengo relatando. Y esos hombres van sembrando con su fe, su lengua y su sangre, semillas de esa cultura cuya posesión muchos ignoraban. Así, en el folklore del Norte Argentino, en lengua aborigen se cantan interpretadas con forma singular, antiguas leyendas medioevales europeas, y un buen día, un feliz día, un soberano que vive en otro continente crea una Universidad en Córdoba del Tucumán a imagen y semejanza de la de Salamanca. Y así se realiza el milagro que nos hace legatarios de la cultura clásica.”
“La cultura de la raza latina en América, a pesar del sello auténticamente español, alcanzó jerarquía universal y sabor de eternidad porque supo fundir el alma peninsular en los viejos moldes greco-latino.”
¡España Madre nuestra, Hija eterna de la inmortal Roma, heredera dilecta de Atenas la grácil y de Esparta la fuerte: somos tus hijos del claro nombre; somos argentinos, de la tierra con tintineo de plata que poseemos tu corazón de oro. Como bien nacidos hijos salidos de tu seno te veneramos, te recordamos y vives en nosotros!.

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